Los países de la región latinoamericana y Paraguay entre ellos, han iniciado desde hace tiempo un proceso de transformación profunda del sistema de enjuiciamiento en materia penal, buscando su adecuación a exigencias constitucionales y un mayor grado de eficiencia. Con esa premisa, han logrado consagrar modificaciones legislativas que no representan más que el primero de varios pasos a dar antes de llegar a destino. Es sabido que el diseño normativo de avanzada no garantiza un sistema que no lesione los derechos fundamentales y, mucho menos, uno con niveles de eficiencia aceptables (las malas experiencias de países de la región que creyeron que bastaba con la sanción de una ley, así lo demuestran).
Para que la transformación sea posible, entre muchos otros factores (voluntad política, presupuesto, condiciones edilicias, formación cívica, etc.), es imperiosamente necesaria la capacitación de sus operadores. Capacitación que incluye, desde el cambio cultural que implica abandonar el modo inquisitivo y burocrático de hacer la tarea e incorporar el modo adversarial y des formalizado, hasta la adquisición de habilidades y destrezas hasta ahora innecesarias (litigación), profundización de conocimientos cuya importancia habían sido minimizados (criminalística), adecuación de otros que deben ser abordados desde diferente perspectiva interpretativa (derecho de fondo y procesal) hasta la re-significación que el proceso y la pena tienen en una estrategia de control social (criminología y política criminal).
De ello se deduce, sin mayor esfuerzo, que el espacio de capacitación debe ser interdisciplinario logrando la intersección de elementos de derecho, litigación, criminología y criminalística.
En especial referencia a ésta última, no hay dudas que actualmente tiene cierta entidad científica en la determinación del cómo, dónde, cuándo y quién del delito, que la convierte en imprescindible auxiliar del sistema de enjuiciamiento penal. A pesar de ello es una disciplina que se encuentra olvidada en su consideración académica (las universidades no se han ocupado de formar y capacitar personas idóneas) y pragmática (en la práctica, hay un desaprovechamiento de los recursos humanos y materiales disponibles, no existen redes de articulación y coordinación entre los distintos operadores y gabinetes criminalísticos, etc.).
Esta oferta académica se propicia aquí porque la Universidad es el ámbito natural de formación y capacitación de los operadores del sistema de acusación y enjuiciamiento. No existen dudas respecto a que los elementos de derecho y criminología son propios de la educación universitaria.
Sin embargo, hoy en día el estudio de la carrera de LICENCIATURA EN CRIMINALÍSTICA Y CRIMINOLOGÍA ha comenzado a desarrollarse en los claustros universitarios para dar una nueva dimensión a una disciplina que tuvo su origen en el espacio de las instituciones policiales con el fin de cambiar las políticas conservadoras y altamente deficientes que se desarrollaban en la investigación del hecho delictivo y la necesidad de imprimirle a ésta un carácter técnico-científico del que carecía.
Además, coadyuva a que la Universidad cumpla con su irrenunciable papel de institución intermedia que la compele a brindar un servicio a la comunidad. Piénsese que existe una innegable vinculación entre impunidad y sensación de inseguridad ciudadana, por lo que un mejoramiento del sistema de investigación criminal tendrá impacto en este terreno. La problemática de la inseguridad ocupa un lugar preponderante en la comunidad que exige soluciones rápidas y eficaces frente a la comisión de hechos delictivos y, en tal sentido, tanto la investigación del hecho criminal como la identificación de los presuntos autores cobran vital importancia; luego, como la criminalística representa un aporte técnico científico en el campo de la verificación del hecho delictivo en toda su extensión y cualidades como en la individualización del presunto autor, capacitar en criminalística implica brindar un servicio a la comunidad, razón de ser del espíritu de la UPAP, subyacente en la idea fuerza “UPAP – UNA UNIVERSIDAD, TODO UN PAÍS”.
Esta disciplina se basa en que todo tipo de acción o intervención humana en un objeto o en otra persona deja rastros. Y esos rastros pueden ser encontrados e identificados.
Profesional con habilidades y aptitudes probadas para concluir el origen y consecuencias de la conducta criminal. Con competencias para:
PRIMER CURSO
Anatomía Humana I
Antropología Cultural
Antropología Filosófica
Comunicación Bilingüe
Comunicación Oral y Escrita Castellana
Criminología I
Derecho Civil Familia I
Derechos Humanos
Estadística I
Ética
Expresión Bilingüe
Expresión Castellana
Filosofía I
Historia de la Cultura del Paraguay I
Historia y Geografía del Paraguay I
Introducción a la Física I
Introducción al Derecho I
Metodología de la Investigación
Metodología del Aprendizaje
Psicología General (Básica)
Química General I
Sociología General I
SEGUNDO CURSO
Anatomía Descriptiva y Topográfica I
Anatomía Descriptiva y Topográfica II
Anatomía Descriptiva y Topográfica III
Anatomía Humana II
Anatomía Humana III
Criminología II
Criminología y Criminalística Sistemática I
Criminología y Criminalística Sistemática II
Derecho Civil Familia II
Derecho Penal I
Derecho Penal II
Derecho Penal III
Estadística Criminal
Estadística II
Historia de la Civilización (Edad Antigua)
Historia de la Cultura del Paraguay II
Historia y Geografía del Paraguay II
Introducción a la Física II
Introducción al Derecho II
Introducción al Derecho III
Primeros Auxilios
Psicología General (Cognitiva)
Psicología General (Emoción y Afecto)
Psicología General (Introducción Personalidad)
Sociología II
TERCER CURSO
Accidentología Vial (Siniestro)
Derecho Civil Hechos y Actos I
Derecho Civil Hechos y Actos II
Derecho Constitucional I
Derecho Constitucional II
Derecho Penitenciario
Dibujo Pericial I
Dibujo Pericial II
Documentología I
Documentología II
Historia de la civilización (Edad Media)
Identificación de Automotores
Informática Aplicada I
Prevención e Investigación de Incendios y Explosiones
Psicología de la Personalidad I
Psicología de la Personalidad II
Psicología Forense
Psicopatología I
Psicopatología II
Psicopatología III
Química General II
Técnicas Audiovisuales en Investigación Social
Técnicas de Entrevistas
CUARTO CURSO
Balística I
Balística II
Derecho Civil Obligaciones I
Derecho Civil Obligaciones II
Derecho de la Niñez y la Adolescencia I
Derecho de la Niñez y la Adolescencia II
Derecho Procesal Penal I
Derecho Procesal Penal II
Dictámenes Periciales
Fotografía Pericial I
Fotografía Pericial II
Gestión y Resolución de Conflictos
Historia de la Civilización (Edad contemporánea)
Historia de la Civilización (Edad Moderna)
Medicina Legal I
Medicina Legal II
Papiloscopía I
Papiloscopía II
Política Social
Práctica Forense I
Práctica Forense II
Psicología Social
Técnicas de Investigación en Criminología
Técnicas de Peritaje
Tesis y Defensa Final
Tutoría de Tesis I
Tutoría de Tesis II
Tutoría de Tesis III
Tutoría de Tesis IV
Victimología
Violencia de Género y Aspectos Interdisciplinares
Las técnicas científicas aplicadas a la investigación policial han cambiado porque a medida que las leyes van estableciendo nuevas exigencias, el Profesional Criminalista tiene que cumplir esas exigencias; yendo a una demostración del hecho mucho más confiable.
Eso obliga a efectuar una demostración, no puede ser que llegue el profesional diciendo lo que piensa o dando su opinión de lo que ha visto; lo que ha visto lo tiene que demostrar, y debe hacerlo técnicamente, con un informe pericial, con unos análisis, con algo que objetivamente pueda servir como prueba ante un tribunal.
Estas técnicas de análisis solo se realizan por requerimiento judicial, y es éste el profesional llamado a llevarlas a cabo.
Para ello conduce el proceso de investigación de la siguiente manera:
En tal contexto, puede desenvolverse con eficacia y eficiencia en: