Encontrándome ausente por compromisos internacionales asumidos desde hace tiempo, quiero estar presentes entre ustedes a través de éstas breves líneas.
El inicio de un nuevo año académico es un momento de reto, de desafío, para todos los involucrados en el mismo.
Obviamente lo es para los alumnos que inician un nuevo año en su carrera, sintiéndose más cerca de culminar una etapa tan importante en sus vidas.
Lo es particularmente para quienes ingresan en el primer año de la carrera a que su vocación los ha llevado. Es el inicio de su vida como alumnos universitarios, una época si se quiere de la más feliz en la peripecia vital de quienes se desarrollan luego como profesionales.
El cuerpo docente vuelve a las aulas con ánimos renovados y con esa particularidad tan especial que tiene toda persona dedicada a la enseñanza, cual es el querer compartir sus conocimientos con sus semejantes.
Para ellos cada nuevo año lectivo significa un superarse, tanto en su metodología de enseñanza, como en la solidez de sus conocimientos. Significa el compartir tiempo y vivencias con un nuevo grupo de alumnos, cada uno con sus peculiaridades.
Para toda Institución Universitaria, el Cuerpo Docente es algo así como la columna vertebral del organismo. Ellos son los que dan estructura y firmeza a la Institución y cuando alguna de esas vértebras falla, todo el organismo siente el dolor o la incapacidad de algún modo.
Por eso es que la UPAP viene ocupándose permanentemente tanto en una correcta selección del personal docente como de su permanente mejora y capacitación.
Y en este punto llegamos al reto que es para todos quienes ejercen función de Dirección tanto Académica como Administrativa, supone un nuevo inicio de clases.
En ese equipo me encuentro como Rector, siendo para mí un gran honor. Les puedo asegurar que tanto para mi persona, como para el Consejo de Dirección , decanos, jefes de carrera, encargados de Sede, hasta llegar al personal administrativo, cada inicio de año lectivo es un reto en sí mismo y un momento en que ponemos en marcha todas nuestras planificaciones anteriores, todas las acciones correctivas ante situaciones que en el año anterior han merecido nuestra atención para ser mejoradas, y todos nuestros esfuerzos en estar permanentemente involucrados en una mejora continua.
Quiero entonces hacer llegar mi saludo fraterno a toda la gran familia de la UPAP. A aquellos que la integran desde años anteriores y a los que pasan a integrarla a partir del día de hoy.
Quiero animarlos a cumplir con contrición, lealtad y compromiso cada uno sus labores. Desde la cátedra, desde la planificación, desde la administración y el área de servicios y desde el aula a los alumnos.
Toda nuestra actividad académica, más allá de buscar la excelencia institucional, el poder dictar clases de alto nivel, el brindar un servicio administrativo que sirva de verdadero apoyo o el lograr aprobar las asignaturas para culminar la carrera elegida, todas esas actividades, cuando son realizadas con sinergia, complementación y armonía, no solamente nos benefician como institución o como personas sino que contribuyen al crecimiento de nuestra querida Patria, mejorando la calidad de su gente y las oportunidades de desarrollo.
Vaya pues para todos mi enhorabuena y no faltará oportunidad para encontrarnos personalmente.
Hasta pronto.
Prof. Dr. Manuel Viedma
