Ahora que se acercan las elecciones municipales, resulta oportuno comentar la función de la Universidad en contribuir al afianzamiento del proceso democrático en nuestro país.
En la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI, aprobada en París en 1998, se explicita claramente la Misión de la Universidad en el ámbito de la política en función del bienestar la Nación.
Entre las principales funciones se destacan:
- Formar ciudadanos responsables, capaces de atender las necesidades de la comunidad.
- Promover líderes políticos y sociales comprometidos con la construcción del bien común.
- Capacitar a las estudiantes para que estén bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaz de analizar los problemas acuciantes de la sociedad y buscar soluciones eficaces e innovadoras.
Desde luego que, como dice la UNESCO, la Universidad puede y debe opinar sobre los problemas éticos, culturales, económicos, políticos y sociales con total autonomía y plena responsabilidad, por estar provista de una autoridad intelectual que la sociedad necesita para ayudarla a reflexionar, comprender y actuar. En definitiva, la Universidad debe constituirse en un centro de previsión, alerta y prevención acerca de problemas que puedan ir surgiendo.
En ese sentido, la UPAP está plenamente consciente de que la juventud tiene el derecho y el deber de participar activa y contributivamente en el quehacer político de la Nación, en vistas a un Desarrollo Humano Integral de nuestras comunidades, según aquella feliz expresión de Pablo VI “Desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres”.
Todos sabemos que la juventud tiene un peso demográfico gravitante en la población total, y representa no solamente el futuro, sino ya el presente del Paraguay, como factor clave y fundamental de renovación, revitalización y rejuvenecimiento de la sociedad y sus instituciones para superar las desigualdades, las exclusiones y la marginación de importantes sectores de la población en los bienes y recursos que Dios brinda a nuestra Patria.
Es por ello, que es preciso motivar e invitar a los jóvenes a involucrarse más protagónicamente en sus derechos y deberes cívicos y políticos.
Sin embargo, en una Encuesta realizada por la UPAP hace dos años, a 25.000 líderes de todo el país, se afirmaba que la participación de la juventud era relativamente escasa, y que era urgente y necesario promover su mayor inserción política para mejorar incluso la imagen, a veces poco favorable, respecto a algunos políticos por los problemas que la prensa se hace eco casi diariamente.
Esta propuesta es positivamente reveladora de la confianza de los líderes urbanos acerca de de una real y efectiva participación juvenil en los partidos políticos. Una explicación de tal visión satisfactoria, se debe a la eclosión y la emergencia en esta etapa de transición democrática de nuevos Partidos Políticos y de movimientos sociales, con protagonistas jóvenes.
Prof. Dr. Gerardo Fogel
Rector de la UPAP