Una persona emprendedora tiene la capacidad de identificar oportunidades donde otra solo nota un problema o simplemente no lo nota. Tiene la capacidad de organizar los recursos necesarios y gestionarlos hasta alcanzar sus objetivos.
Posee una actitud distinta al común de las personas en su manera de actuar ante las diferentes situaciones, como consecuencia natural de su forma de pensar. Generalmente se cree que el emprendedor solo es aquel o aquella persona vinculada a la creación de nuevos negocios, sin embargo, también son emprendedoras las que se destacan en su trabajo por su búsqueda constante de mejores y más innovadoras soluciones.
Lo que impulsa a todos los emprendedores, ya sea con poca o mucha experiencia, es su actitud emprendedora, entre sus principales características se destacará principalmente la innovación. Esto le permite ser diferente al resto y mantener consciencia en todo momento de los retos y compromiso que implica emprender, pero aun así animarse a dar ese gran paso.
Entre las principales actitudes que debe tener un emprendedor se destacan:
- Innovación
- Riesgo
- Iniciativa
- Actualización permanente
- Decisión
- Entusiasmo
- Creatividad
- Resiliencia
- Positivismo
- Dinamismo
- Autoconfianza
- Perseverancia
- Flexibilidad
- Independencia
El primer y gran paso para emprender es tener una idea, y partir de ella apuntar a un proyecto nuevo, creativo e ingenioso, capaz de revolucionar el mercado o sector al cual se apunta.