Johana Céspedes, Dila Olavarrieta y Aramí Barquinero son destacadas docentes de la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay (UPAP), mientras que Ingrid Aquino es estudiante y Fabiola López es funcionaria de la institución. Todas son madres todoterreno que, entre sus profesiones, estudios y actividades diarias, enfrentan diferentes situaciones de la vida.
Las mujeres relatan que en muchas ocasiones se hace cuesta arriba cumplir con todas sus tareas y obligaciones ante el factor «tiempo» y reconocen los obstáculos para combinar sus ocupaciones con su rol de madres.
Sin embargo, no disimulan el orgullo por sus logros ante sus familias y estudiantes de la UPAP. Sus historias están llenas de amor por sus hijos y para celebrar el Día de la Madre, brindan testimonio de cuánto disfrutan la profesión, los estudios y principalmente, la maternidad.
Johana Céspedes, de 41 años, es madre de dos varones: Ramses, de 21 años y Misael, de 15 años. Ella fue formada como estudiante en la UPAP, finalizó la carrera y luego se especializó para enseñar Abogacía a nivel universitario, a la par de tener que criar a sus dos hijos con la ayuda de su esposo, también docente de la institución.
«En mi caso, no solo soy docente, aparte tengo otras actividades y a la noche doy clases en la UPAP. Lo principal es priorizar el tiempo de calidad con los chicos, no la cantidad», contó con una gran sonrisa la docente de la UPAP.
Tiempos diferentes
Por su parte, Dila Olavarrieta, de 36 años, es madre de Thiago y docente en la carrera de Periodismo de la UPAP y contó ser una mamá «a tiempo completo», pero que tampoco desvía el foco y simultáneamente se dedica a la docencia de audiovisuales, por lo que puede conjugar ambas ocupaciones.
En tanto que, para Ingrid Aquino, estudiante de Psicología de la UPAP, el mayor desafío es administrar el tiempo de ellos con el de la facultad y el trabajo. Ella es mamá de tres hijos: Enzo, de 12 años, Isabella, de 10 años y Ofelia, de 4 años.
«Nació mi hijo menor y empecé por las ganas que tenía de estudiar. Me decidí y me inscribí en la UPAP, sin perder más tiempo. Disfruto mucho mi carrera a la par que cumplo con la crianza de mis hijos. Los tiempos cambiaron mucho, ahora es más difícil alejarles de la tecnología porque están pendientes todo el tiempo, pero sirve y ayuda mucho también en la crianza», comentó Ingrid, de 36 años.
Amor por sus hijos y por la vocación de enseñar
Aramí Barquinero es Licenciada en Administración Empresarial y docente de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UPAP. Ella es madre de Matías, de 2 años, 8 meses y Aniara, una beba de 4 meses. Considera que el mayor desafío de ser mamá y docente es la distribución de tiempo, ya que cuando llega a su casa, además de ser madre, también tiene que ser ama de casa.
Al mismo tiempo, aseguró que tiene que prepararse para afrontar el día siguiente en clase con sus estudiantes. «Definitivamente, voy a decir que el amor por la vocación es lo que hace que ese sacrificio valga la pena», explicó la docente de 32 años.
Aramí cree que se debe aprender a lidiar con la tecnología y adaptarse a su uso por parte de los chicos como un desafío. «Sabemos que la sociedad va evolucionando en una época globalizada y tenemos que adaptarnos a estos tiempos», comentó.
Por su parte, Fabiola López, funcionaria de UPAP y madre de Milda Yerutí, de 8 años, señaló que debe ser organizada en lo personal, lo que ayuda a sobrellevar las actividades diarias. «Es fundamental la organización como mamá. Todo depende de lo que quieras proyectar en tus hijos. Los valores que en mi familia me inculcaron cuando era niña son los que transmito a mi hija», afirmó Fabiola, de 33 años.