Toda la ciudadanía paraguaya celebra alborozada y jubilosa las fechas emblemáticas y sacrosantas de la conmemoración de la conquista de la independencia de la patria, liberándonos de la dominación española, el 14 y 15 de mayo de 1811.
En la gloriosa gesta de mayo, nuestros héroes con una firmeza indeclinable y un coraje ejemplar nos legaron nuestra independencia y soberanía. Si bien, fue una victoria incruenta, nuestros jóvenes héroes arriesgaron sus vidas ante las amenazas de acciones violentas de España, Buenos Aires y Portugal.
Es por ello que nuestra celebración se vuelve festiva y se manifiesta en el orgullo de enarbolar nuestra tricolor bandera en todos los rincones de la patria. En ese sentido, el mejor homenaje que podemos rendir a nuestros héroes es imitarles en su arrojo y valentía.
Por otra parte, junto a honrar a nuestra madre patria, nos toca también enaltecer a las madres en esta gratísima fecha. Es absolutamente indiscutible que el mejor regalo que Dios y la naturaleza nos dieron son nuestras madres.
Un autor francés, Malraux dice: ¨Dios tiene una secreta complicidad con las madres, porque le hace compartir la transmisión de la vida y el abnegado cuidado de sus hijos; sin ellas no existiríamos¨.
Como decía un autor anónimo: ¨El amor de una madre no conoce lo imposible, todo es posible por ese enorme corazón que tiene¨. Mis efusivas y fervorosas felicitaciones a todas las madres de la UPAP y a todas las mamás del Paraguay.
Prof. Dr. Gerardo Fogel, Rector de la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay.